viernes, 16 de junio de 2017

LA GUIJA DE DAROCA

También conocida como almorta, tito o muela, la guija es una planta del grupo de las leguminosas o fabáceas, usada tradicionalmente para la obtención de semillas o de forraje. Cuyo nombre científico es Lathyrus sativus.

Esta es una semilla autóctona, en concreto de la zona de la provincia de Daroca, de muy difícil obtención. Acostumbrada a crecer en suelos de consistencia media, ni muy arcillosos ni muy arenosos. No propensa a desarrollarse en suelos excesivamente húmedos ni de tipo silíceo.

Semillas de guijas. Tomada de: Blogspot
Alcanza su estado de desarrollo óptimo en climas cálidos y secos, y es tolerante a la sequía. Sin embargo, no soporta vientos cálidos en la etapa de floración. Por el contrario, no le convienen los climas marítimos ni cálidos, así como aquellos en los que predominan los vientos intensos y prolongados.

Flor de guija. Tomada de: SpainCentre

Flor de guija. Tomada de: SpainCentre
Su siembra manual se realiza en surcos de aproximadamente 5 cm de profundidad, con una separación de unos 20 cm entre sí. Es recomendable realizarla alrededor del mes de octubre, pero también puede hacerse en meses como abril o marzo, a inicios de la primavera, en los lugares con climas excesivamente fríos.

Parcela de Guijas de Daroca, Parque Agrícola de los secanos, Calamocha. Tomada de:NaturaXiloxae

La guija no necesita ser cuidada a lo largo del proceso de crecimiento, por lo que no requiere del uso de sustancias químicas como son los herbicidas. A su vez, es un cultivo de secano, lo que hace que tampoco necesite riego.

Guijas en crecimiento. Tomada de: LoLoberaChica
Su cosecha puede ser manual o con el uso de maquinaria. De forma manual , esta consiste en su recolección unos días antes de que el grano se seque. Esta requiere de mucha mano de obra. Al ser un tipo de leguminosa, su raíces son fijadoras de nitrógeno, ya que poseen unas estructuras especializadas, denominadas nódulos; pero cuando estas son arrancadas, muy lejos de aumentar, la fertilidad del suelo se reduce.

Además, al desarrollarse en tierras que retienen bien la humedad,  su fruto proporciona proteínas con menor consumo hídrico.

Raíces de una planta leguminosa y sus nódulos. Tomada de: Csic

Debemos ayudar a la conservación de cultivos autóctonos como este, intentando darlos a conocer. De esta forma, ayudaremos a los bancos del germoplasma, como el que se encuentra en el CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentario de Aragón), en su labor, evitar su desaparición.


Eva León y Noelia del Val

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